domingo, 17 de julio de 2011

17- COMPAÑIA DEL BIDASOA. El Alarde en la memoria.

1880
      


El barrio de Bidasoa era el lugar donde acudían las compañías de Irun en caso de invasión y llevaban la bandera de la Universidad de Irun-Uranzu, allí se libraban las primeras batallas  contra los franceses, dando tiempo a que llegasen el resto de tropas de la provincia.

COMPAÑÍA  BIDASOA


 Asi lo relata Don Serapio Mugica; [...] Cuando los temores de una invasión enemiga por este lado de España resultaban confirmados, el vecindario tomaba como primera medida la de ocultar a la codicia del enemigo los bienes que poseía. Caballerías y carros salían en caravana conduciendo a los pueblos del interior todos los enseres de algún valor que poseían los particulares: la iglesia mandaba sus alhajas, ornamentos é imágenes; el Ayuntamiento los papeles de su archivo y sólo se reservaba en el pueblo lo indispensable para la vida.

Libres de este cuidado, situaban fuertes partidas de gente en la falda de la montaña que dominando a la ría Bidasoa, está entre los vados de Behobia y Punta, por ser los pasos que más fácil acceso ofrecían a las tropas francesas para su entrada en España y extendían su vigilancia hasta la frontera de Nabarra, colocando de trecho en trecho expertos vigías que dieran pronto aviso de la presencia del enemigo a pelotones de paisano, convenientemente apostados para acudir a los sitios de peligro, y no solía ser tarea fácil atravesar el Bidasoa y apoderarse de aquellas montañas incultas y cerradas de maleza, defendidas por los valientes hijos de Irún y pueblos vecinos.

El único camino por donde podía el enemigo arrastrar su artillería, lo inutilizaban cortándolo a trozos y no contentos con esto apostaban gente en zanjas abiertas por ambos lados, dificultando extraordinariamente el paso por él. Entre los años 1512 y 1518 se levantó para la mejor defensa de este camino, el castillo de Gazteluzar, cuyas ruinas subsisten todavía y desde entonces, el objetivo principal del ejército invasor solía ser apoderarse de la fortaleza.

Las milicias de la Universidad Irun tenían encomendada la defensa de la ciudad en las orillas del Bidasoa, tenían que resistir las primeras seis horas, dando tiempo a que llegaran refuerzos de la provincia. Si estos eran rechazados se replegaban hacia el barrio de Meaka.

La compañía del Bidasoa es la portadora de la Bandera de Irun en el Alarde de San Marcial por este motivo, si en caso, poco probable, que la compañía de Bidasoa no formase algún año en el Alarde de San Marcial, la portada de la Bandera de la ciudad sería la compañía de Meaka.

El dia de San Marcial, una vez terminada la Arrancada y reunidas todas las compañías y unidades del Alarde en la Plaza de San Juan Harria, aguardan la llegada del General, quien se hace cargo de las tropas,  el General pasara revista a todas las compañías y unidades del Batallón, ordenará al cornetín el toque de “Llamada de Capitanes” con la finalidad de transmitir a éstos las órdenes pertinentes e intercambiar informaciones e incidencias si las hubiese.

Seguidamente, el General ordena recoger la Bandera de la Ciudad. Un piquete de  cinco Hacheros con su Cabo a la cabeza y Tamborrada en formación, junto a la compañía de Bidasoa que, ésta irá con el arma terciada, se encaminaran hacía los arkupes del Ayuntamiento, donde estarán esperando representantes de la Junta del Alarde.  La Tamborrada entonara el “Tteiro”. Una vez recogida la Bandera de Irun, la Banda del Alarde mientras tanto entonara el Himno de San Marcial desde su posición en la plaza, que se mezclara con el Teiro de la Tamborrada.

El portador de la Bandera tiene graduación de teniente de infantería. Una vez incorporada la enseña de la Ciudad, y terminadas las salvas de Infantería, el Alarde se encaminará hacia la Iglesia de Nuestra Señora del Juncal interpretando el inigualable “Joló”.


Compañia del Bidasoa desfilando por las calles de Irun en el año 1928.

*Publicado en D.V. el jueves 18 de junio de 2009.


Compañia Bidasoa. Año 1920.




















16- LAS ANTORCHERAS, LUZ Y SILENCIO. El Alarde en la memoria.

1998

El sábado 28 de junio de 1522, las tropas navarras con labortanos y mercenarios alemanes intentan pasar el Bidasoa en dos gabarras, para transportar artillería pesada para el sitio del castillo. Pero son obligados a retirarse por los defensores del castillo, y gente de Irun.

LAS ANTORCHERAS
Aquel año de 1522, Irun estaba bajo el mando de los Capitanes Juan Pérez de Azcue, natural de Fuenterrabía, y Miguel de Ambulodi, vecino de Irun y natural de Oyarzun, que estaban en Irun con 400 soldados, que, al ver el peligro que corría el castillo, se dirigen a San Sebastián para informar al Capitán General Don Beltrán de la Cueva. Este disponía de menos de 2.000 soldados y de 200 hombres de caballería para la defensa de San Sebastián, por lo que se resiste ante la dificultad de la empresa. Los capitanes le dicen que, si él no puede, ellos atacarán a las tropas navarras en defensa de su hogar, ante lo que el capitán General, accede a acompañarlos hacia Irun, con casi toda su tropa de infantería y 150 de caballería. Los capitanes Azcue y Ambulodi consiguen reunir a 1.500 hombres del lugar para vencer al enemigo.
Llegaron de noche y en silencio hasta el valle de Saroya de Aguinaga, el señor del caserío   Burutaran les aconsejo que silenciaran los cascos y ataran  las lenguas de sus caballos para que estos no pudiesen relinchar y no alarmasen del avance al ejército invasor. A su vez, Mosén Pedro de Hirizar clérigo y vecino de Rentería era tenedor de bastimentos y tenia una partida de 400 teas, llamadas también hachas de palo. Reunió a 400 mujeres y niños, por la noche, con las 400 hachas de madera encendidas avanzaron por el Camino Real, desde el cruce de los caminos de Oyarzun y la Rentería hacia Irun. Esto hizo pensar a  los franco-navarros que el ataque vendría por ese lado de Irun. Pero mientras tanto, los Capitanes Azcue y Ambulodi, con las tropas locales atacan a los franceses por la otra cara del monte, encontrándoles desprevenidos.  Con este plan el ejército invasor inició la huida sin esperar a ningún tipo de enfrentamiento.
En 1937, la <procesión de las antorchas> figura en el programa de los actos organizados para conmemorar el primer aniversario de la liberación de la ciudad el 4 de septiembre. Fue una manifestación de fe conmovedora. En la procesión que salio del templo parroquial a las 9 de la noche, figuró la imagen de la Virgen del Juncal, circunstancia que en contadas ocasiones se había dado. Miles de fieles con velas encendidas acompañaron a la imagen venerada por las calles en ruinas; Escuelas, Fermín Calbeton, Pº de Colón, Plaza de España, Plaza de San Juan y calle de la Iglesia. Se dice que fue un acto impresionante.
Desde 1998, la Asociación Juvenil  Irundarra “Pagoki” recuperó este acto que viene rememorando este hecho histórico con todas aquellas mujeres, niños y niñas de la comarca que voluntariamente se prestan a ello.
Cada año, en esa noche del 29 de junio, recorren las calles del Camino Real ataviadas con prendas que evocan aquella época y con la única luz de sus antorchas.
La salida tiene lugar a las 22: horas desde la calle de Artaleku, a la altura del ambulatorio de Hermanos Iturrino, bajando por la calle Mayor, Plaza de San Juan, siguiendo por las calles San Marcial, Sargia, Larretxipi, Plaza de Urdanibia, Santa Elena, calle de la Ermita y molino de Arbes para finalizar en el puente de Artiga. En algunos puntos de estas calles, hay preparados grupos que al paso de las Antorcheras invaden el silencio con el sonido de la Txalaparta.
Cada año son más las mujeres y niños que participan en este acto, habiendo sobrepasado con creces aquel numero histórico de 400 antorchas encendidas, rememorando orgullosas y en silencio aquella treta histórica por el hoy viejo, Camino Real.



Año 1998. Mujeres y niños rememoran aquella treta histórica.
(En primer termino mi mujer Saioa, mi hijo pequeño Iker, de azul y mi hija mayor Iraia, de granate)

*Publicado en D.V. el miercoles 17 de junio de 2009.



15- LA ALBORADA, EL DESPERTAR. El Alarde en la memoria.

1943                                                                   

Julio Esteban Tife y Dionisio Zabala, los dos iruneses creadores de la tradicional <Alborada> de San Marcial. Un toque militar, una música suave y entrañable que acompaña a muchos iruneses en la madrugada del día grande de las fiestas de San Marcial.

LA ALBORADA

En la madrugada del día de San Marcial del año 1943, después de salir del baile del Casino. <Tife> como mejor se le conocía, de manera espontánea comenzó a dar unos toques con su trompeta, que fue respondido por parte de su compañero Dionisio Zabala a toque de redoble.

Al año siguiente, repitieron la experiencia y desde entonces la Alborada se ha interpretado de forma ininterrumpida llegando a adquirir un carácter oficial y siendo incluida dentro de las actividades del programa de fiestas de San Pedro y San Marcial.
Desde la propia Banda de música de Irun, varios iruneses han ido tomando el relevo en la interpretación de esta pieza, se puede decir que han sido continuadores de una tradición que ha prevalecido con el paso del tiempo.
La música de la Alborada ha podido llegar hasta nuestros días en su forma original, pese a que durante años no estuvo escrita.
Algunos de sus intérpretes recuerdan que efectuaban antes con 15 días de antelación. Acudían al domicilio del desaparecido Dionisio Zabala y él les enseñaba los toques exactos del redoble para evitar que la música se desvirtuara.
De esta forma, los iruneses podemos disfrutar cada 30 de junio de las mismas notas musicales que disfrutaban nuestros antecesores desde hace ahora 66 años.
En la primera interpretación del la madrugada del día de San Marcial, los nervios y la tensión están a flor de piel, tengo el recuerdo que un año en la Avd. de Navarra, justo debajo del domicilio de Julio Esteban Tife, había gente por todos los lados, el  ruido era ensordecedor, los bares con la música en la calle, algunos madrugadores ya vestidos con el uniforme Sanmarcialero no paraban de mirar el reloj, eran las 03,55 horas, los músicos ya estaban esperando que el reloj de la Iglesia del Juncal sonase dando asi la orden para la interpretación de la pieza, nadie pidió silencio al de al lado suyo, pero faltando un minuto todo el bullicio de la calle empezó a bajar su intensidad desapareciendo por completo, para entonces ya había iruneses con lagrimas en los ojos. De alguna manera empezaba la jornada festiva mas larga del año, pero también la que más rápido se pasa.
La vida de Tife siempre estuvo vinculada a la música. Fue un trompetista «con un estilo muy particular»,
Durante la década de los cuarenta, el trompetista irundarra fue toda una referencia musical, formó parte de diferentes orquestinas de bailes como <Negresco> y >Palermo> y actuó en las mejores salas de la época.
Acompañado por su trompeta, Tife interpretó durante años las conocidas polkas que, cada mes de julio, se representan en las fiestas de la calle Santiago.
Julio Esteban Tife también fue profesor de solfeo, trompeta y trombón.

Como decía anteriormente, al encontrarse en la Avd. de Navarra el domicilio familiar, siempre es el primer punto para la interpretación de esta pieza, en el suplemento especial de fiestas de San Marcial de 1993, que gratamente elabora el Diario Vasco hay una anécdota que es la siguiente; “P. Martínez entró en uno de los locales para pedir que bajaran el volumen de la música. Uno de los clientes, al verle, señalo; aquí este el pelma del año pasado que viene  a para el tocadiscos.”
Tife firmó la primera partitura en 1963. Aunque la melodía figuró por primera vez en el programa oficial de fiestas de 1978.
Tuve la oportunidad de conocer a Julio un mes de mayo en el desaparecido “Bar Restaurante  Machín venta”, del Paseo de Colón. Decía que “no es lo mismo leer las notas de la partitura, a leer esas notas desde el corazón, hay que tocarla con mucho sentimiento”. En 1998 me regalo una partitura de su puño y letra, la cual la guardo con todo mi agradecimiento.

Julio Esteban Tife y Dionisio Zabala, los dos ya fallecidos, convirtieron en 1943, unas notas sueltas de manera improvisada en la maravillosa  < Alborada de San Marcial>.



Año 1956. 30 de junio. Manolo Monsarrat,  Julio Esteban Tife, Teodoro Murua (Director de la Banda de Musica) y Dionisio Zabala, en la plaza de San Juan.

* Publicado en D.V. el martes 16 de junio de 2009.





14- AZKEN PORTU, REFUNDADA. El Alarde en la memoria.

1907
                                                                    
Si cierto es que hasta el momento no tenemos datos concretos, contrastados y confirmados de cómo eran los Alardes de esos primeros años del siglo XX, tan bien lo es que no hay muchas referencias de compañías y mucho menos de quienes lo componían

AZKEN PORTU 1907-1923-//-1980- 2009.

Al parecer la compañía Azken Portu, tenía mas historia de la que sabíamos, de ahí que es correcto decir que la actual Azken Portu, es una compañía refundada.

Francisco Aguirre Recarte era el capitán de esta antigua y olvidada compañía. Francisco era el alma-mater ya que se encargaba de todo. Tanto es así que al fallecer su padre, estando cerca del mes de junio de 1923, Francisco no desfilo en el Alarde ya que guardo luto y ese año fue, si la historia aun por descubrir no dice lo contrario, el ultimo año que desfilo la compañía de Azken Portu. La cantinera en 1907 fue Dña. Francisca Olazabal.

En el nº de la revista Bidasoan correspondiente al año 1999, hay un artículo titulado “Cofre” y dice [..]Casilda Olazabal fue la cantinera de la compañía Behobia en 1910; eran unos años en los que, por lo que nos han contando, existía cierta rivalidad entre las compañías de Behobia y Azken Portu[..]

En 1912  la cantinera fue Gloria Martiarena. Ese año ejercía de General D. Juan Eusebio Pedrós San Juan, Comandante; D. Luis Rodríguez Rodríguez y Cornetín de órdenes; D. Patxi Arrizabalaga.

Las personas de esa zona conocían a la compañía de “Azquenportu” con el nombre de “Zugasti”, una casa-tienda propiedad de la familia llamada “Atalaundi”, era el centro de reunión de los componentes de la compañía. Quizás usaban el nombre de Zugasti ya que en la propia fabrica de hielo y sifones, guardaban durante todo el año el sable del capitán.

Durante de 1970-1977, comienzan las edificaciones en los polígono 54 creando 1.777 viviendas. A finales de 1979 el llamado polígono 54, también llamado Arita había crecido considerablemente.
Por ello una cuadrilla de amigos y vecinos de la barriada, durante una tertulia en el desaparecido bar Amapola, surgió el tema de hacer o participar en la formación de una compañía para tomar parte en el Alarde de San Marcial. En fecha 8 de mayo de 1980 y con 142 firmas de apoyo llega al Ayuntamiento la solicitud.

Analizada la solicitud el dia 13 del mismo mes con propuesta de alcaldía se propone tratarlo en la sesión plenaria prevista para el dia 19, y siendo aprobada se notifica  con fecha 29 del mes de mayo la incorporación de esta compañía dotándola del banderín  y traje de Cantinera. También se barajaron otros nombres para la compañía como el de Artiga y/o Gaztelu-Zahar.

En 1980, año de su refundación el capitán fue; Sebastián Urkia Iturrioz, teniente; J. Antonio Erdocia García, Alférez; Fermín Marcos Zubillaga. Cantinera Yolanda Sanpedro Echeverria. El número de participantes fue de 158 soldados.

Esta compañía edito en libro sobre su historia en mayo del 2005.

El 17 de octubre de 2008, falleció nuestro amigo y alférez de la compañía Azken Portu Emilio Delgado Palacios, a los 51 años, en plena madurez.

Espero y deseo que junto a otros que andan por esas alturas, sigan desfilando al son del Himno de San Marcial, saltando y vibrando con el Joló y despidiendo la fiesta hasta el año siguiente marchando con la Fagina.



Año 1907. Francisca Olazabal. Cantinera de Azken Portu.

*Publicado en D.V. el 14 de junio de 2009.

13- DON APOLINAR GAL GAINZA. El Alarde en la memoria.

1843                                                              
Apolinar Gal nació en Irun, el 21 de julio de 1843. Su padre José Miguel era panadero en la irunesa calle Mayor. Se caso con Ascensión Camino y tuvieron 12 hijos, y todos se dedicaron a la música

D. Apolinar Gal Gainza

La música o las marchas del Alarde de San Marcial son hasta el momento de autor o autores desconocidos. Una vez más si tiramos de la opinión de los iruneses, tendremos diferentes opiniones y casi todos una historia que contar  Lo cierto es que las partituras del Archivo Musical de la Banda Ciudad de Irun, no están ni fechadas ni firmadas por nadie. Por ello es fácil haber escuchado que su autor fue D. Apolinar Gal, pero no. También ocurría lo mismo con la Diana de Villarrobledo, pero es en un numero extraordinario del 29 de junio de 1910 del  semanario católico “El Buen Combate” aparece esta partitura con un titulo diferente “Diana para la madrugada de San Marcial”  por Villarrobledo. Sea cierto o no, es lo único que hoy se puede decir y demostrar lo demás, como dicen son “leyendas urbanas”  pero algo tienen de verdad y mas adelante lo veremos.
Lo cierto es que D. Apolinar Gal Gainza, fue el director de la música Marcial de Irun entre los años de 1875 y 1883. Amén de esto, tenemos un texto extraído de una entrevista en una revista local irunesa del año 1918; A los 6 años de edad empecé a estudiar solfeo cuyo profesor de música fue mi hermano Patricio, autor de la marcha fúnebre tan conocida en nuestro pueblo”-comenta  Apolinar- “A los 12 años ingrese en la primera banda de música que se fundó cuando el pueblo tendría entonces unos 1400 Habitantes, no cobrábamos absolutamente nada, ni un céntimo, Solo nos daba el Ayuntamiento el cuarto de ensayo, luz y vino y un banquete el dia de Santa Cecilia y San Marcial”. Recuerda que:” De aquella primera banda, pocos quedamos, los únicos supervivientes que quedamos somos don Aquilino Rodríguez (cornetín) don Eugenio Pedrós y yo (flautas)”.
También tiene su apartado militar, dice; He sido sargento de voluntarios y jefe del tambor de Choperena en la calle Mayor, durante el bombardeo. Por cierto que formé una charanga para animar y distraer a los soldados, pero esta duro poco, por el continuo tiroteo de los carlistas que no nos dejaban en paz. Cuando termino la guerra carlista regrese a Irun y fui nombrado por el Ayuntamiento músico Mayor de la banda que yo estaba organizando en el pueblo, pues funde una academia General de música a la que acudían 50 alumnos, cuya Academia tuve que cerrar al abrirse la municipal que enseñaba gratuitamente. También he organizado y dirigido infinidad de orquestas y estudiantinas, para recabar fondos con ocasión de catástrofes ocurridas.
Es extraño pero todas estas historias y anécdotas solo aparecen escritas las respuestas de Apolinar, para las preguntas utilizan esto ¿?. Asi que para la siguiente respuesta es fácil saber la pregunta ya que responde el propio Apolinar; Muchas..más de cien, -primero compuse para mi banda diversidad de tocatas militares y luego infinidad de bailables. La Fagina que se toca para el desfile el dia San Marcial es original mía- (y ahora atención) y todas las tocatas que se ejecutan el dia de San Marcial fueron reconstruidas por mí a oído, por haber desaparecido el repertorio completo que existía.
Termina esta entrevista con este curioso texto; En los países adelantados del mundo, se conservan con cariño las viejas tradiciones. Diversas localidades francesas, inglesas, alemanas celebran anualmente fiestas típicas similares a nuestro alarde. Bajo ningún pretexto debe Irun prescindir  de su alarde, una vez que termine la horrorosa guerra mundial.

Apolinar Gal, falleció un 28 de febrero de 1929 a los 85 años de edad, al igual que en el final de este articulo Apolinar es el protagonista, también lo es en el final del Alarde de San Marcial ya que compuso esta pieza musical con la que finaliza el Alarde “La Fagina” y a ritmo de ésta, la Plaza de San Juan se va quedando vacía de colores, tranquila sin el ruido de txibilitos y tambores y despejada de esa nube gris con olor a pólvora, las compañías retornaran a sus puntos de origen. La Fagina, igualmente que las demás piezas musicales tienen su momento pero quizás sea esta la mas agridulce de escuchar, ya que con ella, aunque solo la escuchamos una vez, al final del dia, nos comunica que nuestra fiesta, nuestro dia más esperado del año, se ha terminado, nuestro incomparable Alarde de San Marcial empezó con música y con música termina.


Partitura de la "FAGINA".

* Publicado en D.V. el sábado 13 de junio de 2009.


12-TVE Y EL NO-DO. El Alarde en la memoria.

1972 – 1975

En el año de 1972, se conmemora el 450º aniversario de la batalla de San Marcial y tres años después, es decir en 1975 el NO-DO realizo una grabación de la fiesta del día de San Marcial.

TVE. Y EL NO-DO

Este año de 1972 se conmemora el 450 aniversario de la batalla de San Marcial de 1522, con este motivo el Ayuntamiento organizo una serie de conferencias; “San marcial: una constante geobélica”. Por el Ilmo.Sr.D. José Mª Garate Córdoba, teniente coronel del ejercito. “El Irun entrañable de los últimos siglos”Por el profesor y periodista Sr. D. José Berruelo Ramírez. “La prehistoria y la romanización de Irun” por Dr. D. Ignacio Barandiaran Maestu. Y por último, “El Medievo y la comarca del Bidasoa” por Doctor D. Julio Caro Baroja.
En el Alarde de 1972 tomaron parte 2.775 hombres al mando del General D. Francisco Rodríguez Saura, José A. Apalategui lo hizo de Comandante del Batallón.
Al término de la campaña, se impuso la corbata de la ciudad a la bandera del Regimiento de Infantería San Marcial, que el Ayuntamiento le concedió con motivo del 450 aniversario. En el monte a pie de la Ermita de San Marcial, el Ayuntamiento hizo entrega al Regimiento de Infantería San Marcial, destinados en Burgos, de unas medallas conmemorativas. También se coloca una lapida blanca en el pináculo con el siguiente texto: “A los héroes de la batalla de San Marcial dedica este recuerdo la ciudad agradecida el dia de su CDL aniversario Irun 30 de junio 1522.1972. El Alarde fue retransmitido por TVE y predominó el buen tiempo

Dentro del Género Documental fue grabado el Alarde de San Marcial por la productora NO-DO (Noticiero-Documental) y  Dirigido por José López Clemente, 1975 .ESPAÑA Cortometraje Productoras: NO-DO. Intérpretes: Documental Guión: José López Clemente Argumento: José López Clemente Directores de fotografía: Joaquín Hualde, Vicente Minaya, Fernando Martín, Eduardo Urquia Montador: Antonio G. Valcárcel Sonido: Jaime Moreno, F. Javier Ochoa Género: Documental Tema: Fiestas en Irun 35 milímetros. Color. Normal .Duración: 00013 minutos.

El narrador, cuenta en que consiste el dia de San Marcial, ya desde la Diana de Villarrobledo que además podemos recordar al desaparecido “Pituto” siempre con su puro y sus cohetes, pasando por el Barrio Bidasoa, Behobia, la concentración de la plaza Urdanibia etc...Todo lo que hacemos ese dia esta reflejado en ese documental. El NO-DO, acrónimo de NOticiero DOcumental; o nodo, tal y como lo registra el DRAE, era un noticiero que se proyectaba obligatoriamente en los cines españoles antes de la película en sí, entre 1942 y 1981.Tras una etapa previa durante la guerra civil en la que se llamaba simplemente Noticieros, el NO-DO se creó por acuerdo de la Vicesecretaría de Educación Popular del gobierno Franquista, con fecha del 29 de septiembre de 1942 y por resolución, de la misma, del 17 de diciembre del mismo año, (B.O.E. 22-12-1942), "con el fin de mantener, con impulso propio y directriz adecuada, la información cinematográfica nacional".
La primera proyección se realizó el 4 de enero de 1943.



Año 1972.
450º aniversario de la batalla de 1522. Con las cantineras, autoridades municipales, provinciales y militares del Regimiento San Marcial de Burgos.

* Publicado en D.V. el domingo 29 de junio de 2008.

11- EL AÑO DEL CALOR. El Alarde en la memoria.


1968
Ese dia 30 de junio hizo un calor insoportable, no se recuerda nada parecido un dia de San Marcial, se paso de los 45º centígrados. La esperada embata o galerna no llegó hasta las 12 del mediodía del día 1º de julio.


  EL AÑO DEL CALOR.

Este pequeño relato lo vivió Alfonso Rodríguez Loidi y además del calor insoportable que hizo aquel año  lo recuerda entre otras cosas por que su hija Sonia tenía unos pocos días de vida.

   “Si caliente fue el mayo francés del  68, no menos caliente tuvimos los Sanmarciales de aquel año. Recuerdo la salida de mi casa para ir a la diana, mi amigo Luis me esperaba en el portal y la primera impresión cuando salí fue la de un mazazo de aire caliente en la cara, después de la diana teníamos la costumbre de almorzar en la Agrícola y bajando la cuesta de San Marcial, me parece recordar un termómetro en la droguería “Tell” que marcaba 28º grados, después del almuerzo fuimos a formar a la compañía, como siempre frente al Goiburu y a por la cantinera(aquel año fue Mª Juncal Arreche Alberro, el Alarde de la mañana se pudo llevar más ó menos bien, pero después había que subir al monte y a pie, claro, allí arriba los grados llegaron a los 42º, también llegaron los desmayos, lipotimias etc. sed mucha sed, También tuvieron que subir los bomberos para echar una mano.
Luego regresar para comer en casa, aunque lo de comer es un decir, tumbarse un rato y prepararse para la tarde.
A Las 5 de la tarde mi amigo Luis y yo estábamos tumbados en el parque de la Sargia dudando si salir en el Alarde ó no, es la única vez que he cuestionado salir en el Alarde, pero yo miraba el tambor que estaba a mi lado y que pesaba lo suyo pues, era de metal el dichoso parche y armándonos de valor salimos, tengo una foto que me hicieron en la calle Fueros y les aseguro que estoy de todos los colores, igual que la camisa, pues no se si era blanca, roja ó negra, teñida por el sudor, se comentaba que pasábamos de los 45º grados, terminado el desfile a casa, ducha y a dormir en la terraza ya que dentro de la casa era imposible.
Son muchos los años desfilando, pero en mi recuerdo tendré siempre el del 68 como el más duro.”

Alfonso Rodríguez Loidi, formo de joven en el Alarde de tambor, ocupando después los puestos, de alférez, teniente y capitán, en la actualidad sigue desfilando, ya dentro de las filas de infantería en su compañía de siempre, la mítica ama Shantalen, rogando a San Marcial  que no llueva el día 30 de junio, pero que tampoco se le vaya la mano enviándonos buen tiempo.                

Año 1933. Romeria en el monte de San Marcial.

* Publicado en D.V. el sábado del 28 de junio de 2008.

miércoles, 13 de julio de 2011

10- EPISODIOS DEL ALARDE. El Alarde en General.

1950   

Según cuentan los que conocieron a D. Eusebio Pedrós, coinciden que dos cosas, la primera fue un gran General, la segunda que era una gran persona y con muy sentido del humor, y sobre él y sus “cosas” se puede escribir bastante.

EPISODIOS DEL ALARDE

“¡Perdone usted mi General. Hizo usted bien en pegarme!”
Para emprender el descenso del monte, conocimos en nuestra juventud que las fuerzas del alarde, formadas, daban una vuelta completa por la campa.
El cornetín de órdenes había llamado repetidas veces para la formación y el General D. Eusebio Pedrós se disponía a dar la orden del regreso a la población. Montando en su caballo, contemplaba a los componentes del batallón en aquella tarde magnifica.
De pronto, un joven como de unos 22 años, llevando una shatua de vino y bajo el efecto del alcohol, se puso ante el General tratando de impedir el regreso. D. Eusebio con santa paciencia decía al joven que no molestaría al joven que no molestara. “Aquí el que manda soy yo” –le decía el joven - “Entonces, ¿Qué es lo que manda el General? –arguyo Pedrós- que empezaba a irritarse ante la terca actitud del muchacho, zapatero de profesión y domiciliado en la calle de Larrechipi: Asió el impertinente mancebo de las bridas al caballo del General al mismo tiempo que le dirigía un soez insulto. Entonces, el General bajó del caballo, se quito el guante de la mano derecha y soltó un tremendo puñetazo al joven que se quedó sin varios dientes, sangrando por la boca. Una pareja de miqueletes intervino deteniendo al provocador.
Al dia siguiente, dia 1º de julio, con motivo del concurso local de ganadería en la plaza de Urdanibia, se encontraba D. Eusebio Pedrós presenciando las operaciones de examen y clasificación del ganado por los señores componentes del jurado, cuando junto a él vio se encontraba el joven que promovió el desagradable incidente el día anterior en el Monte de San Marcial. Tenía en los labios colocados algunos parches.
Perdone usted mi General- dijo con toda humildad-. Ayer hizo usted bien en pegarme porque le insulte groseramente. Lo tenía bien merecido.
No hice bien en pegarle  a usted porque no se debe pegar a nadie. Es que, llevado de mi genio, ante el insulto no pude contenerme. Pero esta usted perdonado-respondió el Sr. Pedrós. Muchas gracias mi General. Ahora quisiera pedirle un favor. Usted dirá. Que me honre aceptando un obsequio de mi parte como acto de desagravio. Vayamos los dos a tomar un caldo. Tanto insistió el joven zapatero, que D. Eusebio terminó por acompañarle y juntos fueron a “Casa Pello”, conversando como dos buenos amigos.
En el año de 194 y pico. Estaban jugando en el Casino de Irun la clásica partida al domino, era el dia 29 de junio, entre ellos el Comisario del Cuerpo General de Policía D. Víctor Lacalle, que estuvo de buena racha siendo el ganador de la partida en la que también tomaba parte Eusebio Pedrós. El Comisario tomó parte dentro de la infantería en las filas de la compañía del propio Casino. En el momento que el General pasaba revista a las tropas, se paró ante la compañía del Casino y exclamo: ¡”Capitán! Nombre usted un pelotón de fusilamiento a las 11 de la mañana en los muros de la Ermita. Tengo entendido que ese recluta, señalando al Comisario- esta dejando a todo el Casino sin un real jugando al domino.
En otra ocasión se casaba un chico, conocido de Eusebio, y a la vuelta de dijo: “¡Que! ¿Has hecho mucho el amor? No, respondió el joven, dicen que se pierde la vista!  Eusebio le dijo; Pero vamos a ver. ¿Tú has visto algún gallo con gafas?

Año 1925. El General Carlos Molinero Gamarra en el monte de San Marcial.

* Publicado en D.V. el viernes 27 de junio de 2008.